lunes, 15 de junio de 2020

Tiroides Farmacología

Hormonas Tiroideas

La glándula tiroides facilita un crecimiento y una maduración normal porque mantiene el metabolismo de los tejidos del organismo para que estos logren una función normal. Las dos principales hormonas tiroideas son la triyodotironina T3 y la tiroxina T4. La glandula tiroides no es esencial para la vida sin embargo la secreción insuficiente de hormonas tiroideas (hipotiroidismo) origina bradicardia, escasa resistencia al frío y lentitud mental y física incluso a edades infatiles puede generar retraso mental y enanismo. Si ocurre lo contrario y la secreción tiroidea es excesiva (hipertiroidismo) puede producir taquicardia, arritmias cardíacas, emaciación, nerviosismo, temblores y intolerancia al calor. Tambien tomamos en cuenta que también produce calcitonina que regula reduciendo los niveles séricos de calcio.

Síntesis y Secreción de las Hormonas Tiroideas

La glandula tiroides consta de múltiples folículos compuestos por una capa única de células epiteliales que rodean una luz, la cual está llena de un coloide (tiroglobulina) que constituyen la forma de almacenamiento de las hormonas tiroideas.

 



Regulación de la Síntesis

Las hormonas tiroideas están controladas por una hormona trópica, la tirotropina o tiroestimulante (TSH). La TSH es una glucoproteína relacionada  estructuralmente con la LH y la FSH que se sintetiza en la hipófisis anterior. La producción de TSH está controlada por la tiroliberina o TRH (hormona hipotalámica liberadora de tirotropina). La acción de la TSH está mediada por el AMPc y estimula la captura de yodurio (I-). L oxidación a yodo (I2) por una peroxidasa va seguida de la yodación de los residuos de tirosina y en la tiroglobulina que por ciento la presencia de anticuerpos en esta fase es diagnostico de una enfermedad inmunológica llamad tiroditis de Hashimoto, la condensación de dos residuos de diyodotironina da lugar a T4 mientras que la condensación de un residuo de monoyodotirosina con un residuo de diyodotirosina genera T3, que sigue unid a la proteína. Estas hormonas se liberan tras la escisión proteolítica de la tiroglobulina.


Regulación de la Secreción

La secreción de TSH en la hipófisis anterior es estimulada por la TRH, la cual experimenta una retroinhibición cuando los niveles de hormonas tiroideas circulantes son elevados. Tambien pueden suprimir la síntesis de hormonas tiroideas la dopamina, la somatostatina o los glucocorticoides. La mayor parte de T3 y T4 están fijadas en el plasma a la globulina fijadora de tiroxina.

Mecanismo de Acción

Antes de entrar en la célula la cual puede ser por difusión o por transporte activo, la T4 y la T3 se disocian de las proteínas plasmáticas fijadoras de tiroxina. La T4 se desyoda enzimáticamente a T3, que penetra en el núcleo y se une a receptores específicos. La activación de estos receptores promueve la formación de ARN y la subsiguiente síntesis de las proteínas responsables de los efectos de la T4.

Farmacocinética

La T4 y la T3 se absorben tras su administración por via oral. La presencia de alimentos, los preparados de calcio y los antiácidos que contienen aluminio disminuyen su absorción de T4, pero no la de T3. La T4 se convierte en T3 por la acción de una de dos desyodasas distintas, según los tejidos. Estas hormonas se metabolizan a través del sistema P450 microsómico. Los fármacos que inducen las enzimas P450, como la fenitoína, la rifampicina y el fenobarbital aceleran el metabolismo de las hormonas tiroideas.



Tratamiento del Hipotiroidismo

El hipotiroidismo suele producirse por una destrucción autoinmune de la glándula o la peroxidasa, se diagnostica a partir de los niveles elevados de TSH y se trata con levotiroxina (T4). El fármaco se administra una vez al día debido a su semivida prolongada. En 6-8 semanas este alcana un equilibrio estacionario. La toxicidad está relacionada directamente con los niveles de T4 y se manifiesta con nerviosismo, palpitaciones cardíacas, taquicardia, intolerancia al calor y adelgazamiento sin otra causa conocida.

Tratamiento del Hipertiroidismo (Tirotoxicosis)

La cantidad excesiva de hormonas tiroideas en la circulación se asocia con diversos estados patológicos en los que destaca enfermedad de Graves, adenoma tóxico y bocio. En estas situaciones, los niveles de TSH son bajos. El objetivo del tratamiento es la disminución de la síntesis y/o liberación de la hormona adicional. Esto se obtiene mediante la eliminación de la totalidad o parte de la glándula tiroides, o bien inhibiendo la síntesis de las hormonas o bloqueando la liberación de las hormonas a partir del folículo.

Extirpación de una parte o de la totalidad de la glándula tiroides: Se realiza quirúrgicamente o por destrucción de la glándula mediante partículas emitidas por yodo radiactivo (131I), que captan selectivamente las células foliculares tiroideas. Los pacientes más jóvenes reciben el isótopo sin tratamiento previo con tialmaol, al contrario que los pacientes ancianos. Esto ocasiona que la mayoría de los pacientes se  vuelvan hipotiroideos consecuentes al tratamiento y requieran medicación de levotiroxina.

Inhibición de la Síntesis de Hormona Tiroides

Las tioamidas, el ptopiltiouracilo (PTU) y el tiamazol, se concentran en la glándula tiroides e inhiben los procesos oxidativos necesarios para la yodación de los grupos tirosil y el acoplamiento de las yodotirosinas para formar T3 y T4. El PTU también puede bloquear la conversión de T4 a T3 y no posee efectos sobre la tiroglobulina ya que se encuentra almacenada en la glándula; por lo tanto los efectos clínicos de estos químicos pueden retrasarse hasta que se agoten los depósitos de tiroglobulina. Las tioamidas se absorben bien en el aparato digestivo, pero su semivida es breve. Se necesita administrar varias dosis diarias de PTU, pero basta con una sola dosis de tiamazol debido a la duración de sus efectos antitiroideos. Por la lentitud de su efecto en el tratamiento de la crisis hipertiroidea pueden producirse recaídas. Sus efectos adversos que son relarivamente raros son agranulocitosis, exantema y edemas.
 


Crisis Hipertiroidea

Los antagonistas adrenérgicos Beta que carecen de actividad simpàticomimética como el propanolol, son eficaces para combatir la estimulación simpática generalizada que ocurre en el hipertiroidismo. La administración intravenosa es eficaz para tratar la tormenta tiroidea. En pacientes con insuficiencia cardíaca grave o asma una alternativa consiste en administrar diltiazem, que bloquea los canales de calcio. Otras sustancias que se utilian para la crisis hipertiroidea son el PTU (que inhibe la conversión periférica de T4 en T3, que en cambio no se consigue con el tiamaol, los ioduros y glucocorticoides pueden servir como protección frente al choque.

Bloqueo de la Liberación Hormonal

Una dosis farmacológica de yoduro inhibe la iodación de las tirosinas (efecto de Wolff-Chaikoff, pero este efecto sólo dura unos pocos días. El yoduro inhibe la liberación de hormonas tiroideas a partir de la tiroglobulina por mecanismos todavía no bien conocidos. En la actualidad, el yoduro se utiliza rara ve como tratamiento único. Sin embargo, si se emplea para tratar la crisis tirotóxicas potencialmente letales o antes de la cirugía ya que reduce la vascularización de la glandula. El yoduro no es útil para tratamientos a largo plazo ya que la tiroides deja de responder al fármaco después de algunas semanas. El yoduro se administra por via oral.
Los efectos adversos de este son relativamente leves puede causar molestias bucofaríngeas, tumefacción lingual o laríngea, exantemas, ulceraciones de las mucosas y sabor metálico en la boca.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario